Discípulo aventajado del gran maestro Jesús Franco, con quien trabajó como ayudante de dirección y jefe de producción en cinco largometrajes. En 2001 dio un polémico salto al largo con su ópera prima Kárate a Muerte en Torremolinos. Rodada en 10 días con un millón de pesetas y una imaginación y espontaneidad desbordantes, Kárate a Muerte en Torremolinos ha sido señalada por algún crítico como la peor película de la historia del cine español y considerada por otros como una obra de culto.
Posteriormente dirigió “Ellos robaron la picha de Hitler” (2008) con el apabullante presupuesto de 30.00 euros y rodada en tres semanas. La película fue retirada del Mercado de Cine del Festival de Berlín y tuvo que proyectarse en un tugurio de mala muerte. También ejerce el género del documental, realizando “La última película de Jess Franco” (2013), “Monopatín” (2013) y “La primera ola” (2015). En cualquier caso, el trabajo de este director malagueño no puede dejar indiferente a nadie. Su concepción del cine como espectáculo, su sentido del humor y su espíritu adolescente y lúdico le permiten realizar una revisión de los géneros alejada de toda norma, convirtiéndole en uno de los realizadores más alienígenas de Europa.