¡ENTRADAS AGOTADAS PARA LAS 20:30! ¡ABRIMOS NUEVA SESIÓN PARA LAS 21:55!
Agarra tu espada de plástico y ajusta tu taparrabos de ganchillo para disfrutar de una noche de bárbaros desbocados en CONANSPLOITATION, una sesión doble con «Deathstalker 2» (1987) y «The Barbarians» (1987), donde el tamaño de los músculos es inversamente proporcional al diámetro de los cerebros. Tendrá lugar el 6 de febrero a las 20:30 horas y también a las 21:55 en el mk2 Cine Paz (C/ Fuencarral, 125) de Madrid.
DEATHSTALKER II
Tras producir la primera parte en Argentina (estrenada en España como “El último guerrero”), Roger Corman le encargó la secuela a Jim Wynorski, que acababa de terminar la divertida “Robots Asesinos”. Pero cuando llegó al hemisferio sur, el director se encontró con un guión que consideró lamentable Y esto viene de alguien que en el futuro dirigiría películas como “Ghoulies IV”. Así que decidió tomar el camino más inteligente y convertirlo en una comedia. Concretamente, en un remake de “Sucedió una Noche” de Frank Capra. Pero mucho más idiota. Y, como apenas había actores que hablaran bien inglés, decidió que su novia Monique Gabrielle, que venía de hacer una aparición que se quedó grabada
en las impresionables mentes de toda una generación en “Despedida de Soltero”, hiciera dos papeles. Lo cual fue otro acierto, dado que la buena mujer tenía la capacidad interpretativa de una alcachofa
neurodivergente y sus intentos, más que lamentables (que también), resultaban adorables.
Para el papel de Clark DeathGablestalker, el director seleccionó a John Terlesky, con quien había trabajado en “Robots Asesinos”, el cual claramente comprendió en qué tipo de película estaba y decidió que su
guerrero bárbaro iba a estar más cerca de un Errol Flynn surfista californiano que de la seriedad de su predecesor en el papel. Para poner la guinda en el pastel de diversión, Wyrnoski contrató a su también
amigo Chuck Cirino para realizar una banda sonora que mezclara el cine de aventuras con la comedia. De esta manera, creó el tema principal más memorable de la historia del cine cutre.
Chistes malos, poco dinero, autoconciencia, belleza, cabalgadas sobre terrenos medievales en los que se ven las huellas de los neumáticos y un épico cartel de Boris Vallejo para engañar a los visitantes a los
videoclubes. O, en otras palabras, el cielo para aquellos que aplauden que, ante la adversidad presupuestaria, lo mejor es tomar el camino inteligente: hacer el imbécil.
LOS BÁRBAROS
Después de que sus primeros intentos en el cine de bárbaros con Lou Ferrigno arrojaran resultados cuanto menos pintorescos y cuanto más hilarantes, la Cannon decidió intentarlo otra vez sin moverse de Italia. Por supuesto, contaron (tras un intento con otro director) con un local: el recordado Ruggero Deodato, distinguido, como casi todos sus compatriotas, en el arte cinematográfico de “si otros lo han hecho, yo hago lo mismo más barato”.
Que lo mismo no era. Pero a estas alturas de los 80 llevábamos ya un lustro de copias italianas cutres de “Conan: El bárbaro” y sabíamos el horror que solían arrojar. Pero Deodato era un director más inteligente
que otros menos imaginativos como el temible Franco Prosperini, así que con él la Cannon al menos se aseguraba ritmo y diversión. Pero la gran diferencia con otras explotaciones del género no la marcó tanto el director como los actores elegidos para protagonizar el filme. Siguiendo su ilustre tradición de tomar decisiones de casting absurdas, Menahem Golan volvió a fijarse en el mundo del culturismo, como ya hizo con Ferrigno, y contrató a los gemelos David y Peter Paul. Éste iba a ser su lanzamiento como estrellas. ¡Quién quiere un Schwarzenegger cuando puede tener dos!
Y lo mejor de todo es que los gemelos tenían más inclinación por la comedia que las estrellas de acción del momento. Así que nos dieron una extraña maravilla de película que incluye humor voluntario,
involuntario, decisiones interpretativas abracadabrantes y rebuznos. Todo con un cierto empaque algo mejor de lo habitual en la Cannon, pero que no evitó que la película acabara en los odiados Razzies. Pero los hermanos Paul siguieron haciendo historia del cine cutre siendo los primeros nominados en atender a la lamentable ceremonia. Que mucho reírse de ellos, pero la realidad es que protagonizaron sin duda una de las películas más recordadas y queridas de toda la conansploitation. Y eso es digno de celebrarse.